lunes, 9 de agosto de 2010

BIENVENIDA


Sean mis primeras lineas para saludarlos y agradecerles el que tengan abien visitar mi pagina Gobierno Electronico en el Peru, esta pagina ha sido creada con motivos netamente academicos motivados por nuestro profesor, el Ing Cesar Vilchez Inga, el contenido de los temas son comentarios sotenidos por personas entendidas en la materia y algunos comentarios efectuados por el suscrito.

Espero le agrade, estoy empezando en la publicacion de estas herramientas informaticas y desde aqui mi saludos a Uds.

El Propietario

viernes, 6 de agosto de 2010

EL PAPEL DEL PERU EN LA COOPERACION E INTEGRACION SUDAMERICANA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS

ANALISIS Y TENDENCIAS

El Perú, ha tenido por muchos años, una percepción errónea, del valor de su ubicación geográfica en el contexto sudamericano y de sus relaciones con sus pares a nivel regional y global. Esta actitud, se debió a la falta de una visión de futuro, de casi toda la clase política imperante en el momento, cuyo desconocimiento del valor geopolítico y geoestratégico del país desde la perspectiva de su posición geográfica y su gran potencial de recursos en la región, trajo como consecuencia, la falta de desarrollo y abandono de la seguridad del país, significando ello la perdida de espacio territorial.


Es en este contexto, que posteriormente, en forma decidida y consensuada en el año 2001, los líderes de los partidos políticos deciden reunirse para formular un Acuerdo Nacional, estableciendo en ella Políticas de Estado, conducentes a subsanar errores del pasado y a recuperar el tiempo perdido a fin de lograr entre muchos de los objetivos, la integración de los países de la región, tal como lo contempla las normas siguientes:

 Constitución Política del Perú: Art. 44°

 Acuerdo Nacional : Sexta Política de Estado

 Ministerio de Relaciones Exteriores: Lineamientos de la Política Exterior

En tal sentido, para poder analizar el papel del Perú en la integración de Sudamérica, se debe tener en cuenta los cambios surgidos en el nuevo orden mundial, el cambio del orden internacional que se vivió a partir de 1945; donde surgieron dos superpotencias fuera del territorio Europeo, estamos refiriéndonos a Estados Unidos de Norteamérica (EEUU) y la Unión de Republicas Socialistas (URSS), quedando de lado las antiguas potencias militares de Alemania y Japón, transformándose estas en grandes potencias económicas. Luego aparece en el escenario, la comunidad Europea (UE), la cual esta conformada por las ex grandes potencias europeas las cuales a partir de una sólida base de integración económica, se convirtieron en un coloso comercial, pudiendo considerárseles como el tercer actor del escenario internacional.

También aparecieron en el escenario, a base de sus enormes potenciales de desarrollos propios e independientes, la China y la India. América latina se inicio en el orden de la guerra fría como un conjunto de países bajo la influencia de los EEUU, quienes por sus antecedentes económicos, políticos y culturales, mostraban mejores perspectivas de desarrollo, que los países asiáticos y africanos. En nuestra región latinoamericana aparecen dos actores importantes en el escenario internacional, estamos hablando de Brasil y México, quienes asociados a EEUU, pretenden ascender al nivel de potencias regionales.

En tanto que México opta por la integración con EEUU mediante el NAFTA (Tratado de Libre Comercio de América del Norte), condicionando sus vinculaciones con el resto de América Latina; Brasil toma un camino de independencia ganando presencia regional. Primero a través del eje comercial con Argentina en el MERCOSUR (Mercado Común del Sur) y postulando a la integración económica de Sudamérica, ante los cuestionamientos debido a la desigualdad de las iniciativas Norteamericanas del ALCA (Área de Libre Comercio para las Ameritas) y los TLC´s. Brasil intenta liderar las tentativas de Integración de Sudamérica, como un intento de conformar un nuevo orden regional en medio de la transformación del orden internacional después del fin de la Guerra fría, priorizando la creación de infraestructuras continentales, creando corredores para poder sacar sus productos al Asia por el Pacifico. Esto sucede según especulan algunos analistas, en momentos en los cuales se percibía que fuerzas norteamericanas se venían situando en la periferia de la cuenca amazónica, en Colombia y en el Perú. Si esta iniciativa logra suficiente apoyo político, sería viable la integración regional, echando bases por primera vez, de un genuino regionalismo sudamericano. Se visualiza al Brasil como un actor importante en las decisiones del orden internacional, redefiniéndose como una “Potencia Emergente” y donde el Perú es considerado como una potencia menor. Para poder entender la problemática que enfrenta la construcción de un orden sudamericano, es importante tener en cuenta algunos rasgos centrales del comportamiento internacional que se atribuye a las potencias menores, las cuales encuentran dificultades para mantener un comportamiento completamente independiente de las potencias mayores, por sus vulnerabilidades en defensa y economía.

Posteriormente nueve países latinoamericanos incluyendo Brasil, Argentina, Perú, Colombia y Venezuela firmaron en el Cusco el 08 de Diciembre del 2004, un acuerdo de integración que para algunos de sus líderes es el primer paso para crear los "Estados Unidos de Sudamérica". Según la Resolución 59 del acuerdo firmado en Montevideo, del XIII Consejo de Ministros de la ALADI (Asociación Latinoamericana de Integración), los cancilleres de los nueve países, los cuatro miembros del MERCOSUR: Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay y los cinco miembros de la Comunidad Andina de Naciones: Bolivia, Ecuador, Colombia, Venezuela y Perú; acordaron unir los dos bloques económicos en un área de libre comercio común.

Existe en América del Sur, simultáneamente, una tendencia a la integración y el diálogo político con contornos históricos representados por la entidad que empieza a adquirir UNASUR (Unión de Naciones Sudamericana); pero, al mismo tiempo, existen focos de tensión, especialmente Colombia -Venezuela y en menor medida Chile - Perú, en los que el armamentismo de algunos está vinculado a escenarios tradicionales de la seguridad nacional. Hay otros casos de rearme no vinculados a tensiones fronterizas, sino a nuevos roles internacionales, como es el caso del Brasil. Lo único que no debe hacerse en este contexto es negar la realidad, esgrimiendo la etérea tesis que se trata de simples reposiciones de material obsoleto. La única manera de dar dentro y fuera de la región un mensaje claro que disocie la adquisición de armamentos con la posibilidad de la agresión, es asumiendo una iniciativa regional, sudamericana, que comprometa la voluntad política de los países y establezca garantías jurídicas que excluyan la hipótesis del uso o la amenaza del uso de la fuerza.

El problema del programa de la Comunidad Sudamericana de Naciones es su énfasis en el comercio y en la infraestructura, sin incorporar otros aspectos del desarrollo. Estos vacíos han quedado aún más en evidencia, al ser señalados por la carta abierta enviada por el presidente Evo Morales, de Bolivia, como una propuesta de que “Los planes en carreteras y puentes no pueden ser meras vías de paso para las exportaciones, sino que deben generar desarrollo local y regional. Además reclama otros compromisos sociales y ambientales”.

Debemos elaborar y ejecutar la política exterior a partir de una interpretación de la historia del Perú en sus relaciones externas, de un engarzamiento de los intereses del Perú en este mundo global. Consecuentemente, debemos plantear una visión estratégica moderna del Perú frente al siglo XXI, sobre cómo debe insertarse en el mundo. Creemos que, básicamente, necesitamos un posicionamiento que a partir de Sudamérica nos permita ser más competitivos. En la globalización no solo las empresas deben ser competitivas; deben serlo también los Estados”.

Por tal razón, requerimos ser competitivos para que los factores externos, que pueden perjudicarnos o favorecernos, sean aprovechados de la manera más eficaz posible, para tener más seguridad, bienestar y desarrollo económico y social con justicia. Al mismo tiempo, requerimos minimizar o eliminar los impactos negativos de la globalización. Necesitamos, al mismo tiempo, fortalecer nuestra proyección en el escenario internacional.

El Perú es un país mediano en la región. Por ello tiene que proyectarse hacia el mundo a partir de un agrupamiento sudamericano que nos permita, por primera vez en la historia, manejar mejor nuestros intereses en términos políticos, comerciales, de transferencia e innovación tecnológica, de seguridad, estratégicos, de cultura, de biodiversidad, entre otros.

La Comunidad Sudamericana de Naciones quiere tener, también, una visión sociológica de su propia identidad. ¿En qué cosas pensamos?. Pensamos en el libre tránsito de las personas, en la convalidación de títulos universitarios, en programas de intercambio de estudiantes, en fronteras abiertas para los negocios de los empresarios; en su capacidad de negociación, en la creación de multinacionales sudamericanas, entre otros temas.

Debemos saber utilizar las experiencias exitosas de otras regiones para apuntar con gran optimismo a una alternativa similar en este nuestro espacio sudamericano, tal como son Europa (Unión Europea), la norteamericana (NAFTA), centroamericana (SICA), caribeña (CARICOM), la del sudeste asiático (ASEAN), o la africana (OUA), entre otras.

Por otra parte, los lineamientos de la política exterior peruana tienen como referente central en las 31 Políticas de Estado del Acuerdo Nacional, con especial énfasis en los objetivos establecidos en la Sexta Política. Ésta reafirma el compromiso de ejecutar una Política Exterior para la Paz, la Democracia, el Desarrollo y la Integración, mediante una adecuada inserción del Perú en el mundo y en los mercados internacionales, respetando los principios y normas del Derecho Internacional, en un marco de diálogo interinstitucional, incluyendo a las organizaciones políticas y a la sociedad civil.

Asimismo, la Sexta Política del Acuerdo Nacional establece siete objetivos básicos vinculados a los principales temas de nuestra política exterior: (1) promover la paz y seguridad internacionales, a fin de lograr la estabilidad política y confianza necesarias para facilitar el desarrollo y la erradicación de la pobreza; (2) promover el respeto de los derechos humanos, la democracia, el estado de derecho, y la lucha contra las amenazas transnacionales y sus delitos conexos; (3) participar activamente en los diversos procesos de integración con miras a un desarrollo armónico y la generación de condiciones más equitativas en el proceso de globalización; (4) impulsar el desarrollo sostenible y la integración en las regiones fronterizas; (5) promover y defender los intereses permanentes del Estado peruano, sus connacionales y empresas en el exterior, y utilizarlos como instrumentos para la captación de inversiones y de recursos de cooperación internacionales; (6) impulsar las políticas migratorias globales que incorporen la promoción de oportunidades laborales; y (7) respetar la soberanía y el principio de no intervención en los asuntos internos y externos de los Estados.

América del Sur es el área estratégica prioritaria dentro del esquema de prioridades de la Política Exterior Peruana. Esto no sólo obedece a razones obvias de vecindad geográfica, ya que el Perú comparte con los países sudamericanos mucho más que un espacio continental, comparte un pasado histórico y un trasfondo social y cultural común, así como problemas y oportunidades similares de cara a los desafíos que presenta el complejo proceso de globalización actual.

La región sudamericana es rica en recursos naturales, cuenta con una gran diversidad biológica, goza de una alta homogeneidad lingüística y mantiene un ambiente positivo de tolerancia racial y religiosa. Asimismo, ha sido capaz de construir sociedades y Estados democráticos. Estas condiciones brindan un enorme potencial de crecimiento y desarrollo a una región que, además, posee un gran volumen de producto interno bruto agregado y cuenta con un alto potencial de complementariedad entre las economías nacionales.

A pesar de sus potencialidades, en los últimos años América del Sur ha tenido que enfrentar dificultades económicas que se traducen en problemas sociales y laborales que pueden influir de forma negativa en el ambiente político de la región. Sudamérica, por mucho tiempo, ha sido vulnerable a factores externos, con especial impacto en el área comercial. La región sigue dependiendo de la exportación de recursos naturales (tales como la soya, el café, el plátano, el petróleo, el cobre, el estaño, etc.). Actualmente, la participación de este tipo de productos en las exportaciones totales es superior al 40%, que sumadas a la exportación de manufacturas genéricas (como el acero, el aluminio y ciertos petroquímicos) hacen un total de 80% de las exportaciones sudamericanas. América Latina es la región que presenta las mayores desigualdades en cuanto a distribución de riqueza: el 5% de la población controla el 26% de la riqueza, mientras que un tercio de los sudamericanos vive con menos de 2 dólares al día.

En el contexto descrito, entre los objetivos básicos de la Política Exterior Peruana está el establecimiento de asociaciones preferenciales con los países de América del Sur, en particular con los países vecinos. Este objetivo responde no sólo al diseño de prioridades por la Cancillería para el ámbito externo, sino que constituye una política de Estado, consagrada como tal en el Acuerdo Nacional, que se propone privilegiar y fortalecer el diálogo político, dinamizar las relaciones económicas, la integración física y económica y el desarrollo fronterizo, avanzando en la construcción de una región más fuerte y cohesionada económica, social y físicamente, a fin de que pueda avanzar más eficazmente en la superación de los obstáculos para su desarrollo.

La opción estratégica por la integración implica la construcción de un espacio sudamericano que, entre otras ventajas, pueda negociar una inserción en el nuevo sistema de relaciones hemisféricas, que constituye, en el aspecto económico, el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Este espacio sudamericano deberá consolidarse a partir de la convergencia de la CAN (Comunidad Andina de Naciones) y del MERCOSUR, en una zona de libre comercio en ese ámbito, cuyo primer paso ha correspondido al Perú con el acuerdo para la creación de una zona de libre comercio entre el Perú y MERCOSUR en agosto de 2003. A su activa condición de país miembro y fundador del proceso de integración subregional andina, el Perú ha sumado su incorporación como Estado Asociado al MERCOSUR, en diciembre de 2003.

Otro aspecto muy importante de la formación de este espacio lo constituye el programa de integración física, energética y de telecomunicaciones que surgió de la primera Cumbre Sudamericana en Brasilia. La Iniciativa de Integración Regional Sudamericana (IIRSA), lanzada en el marco de la primera Cumbre Sudamericana realizada en Brasilia en el año 2000, consiste básicamente en el desarrollo de grandes ejes de integración en la región, de carácter multimodal, a través de los cuales se busca no solamente facilitar el tránsito de las mercaderías, sino integrar mercados regionales y economías locales al interior de nuestro continente.

Es igualmente de interés del Perú consolidar relaciones de cooperación en el ámbito de la seguridad y la defensa, promoviendo medidas de fomento a la confianza, en especial con los países fronterizos. Estas líneas de acción se insertan en el objetivo de consolidar un espacio sudamericano de paz y seguridad, en concordancia con lo acordado en la Segunda Cumbre Sudamericana celebrada en Guayaquil en el año 2002.

Paralelamente, la política exterior con relación a los países del ámbito sudamericano busca afirmar coincidencias y líneas de acción en la lucha contra la pobreza, la corrupción y el narcotráfico; la promoción de la institucionalidad democrática; la promoción y el respeto de los derechos humanos; el desarrollo de la cooperación horizontal; el fomento de las inversiones; y el fortalecimiento e incremento del intercambio comercial.

En suma, la política exterior del Perú busca la afirmación de una identidad regional y una proyección del subcontinente, en el camino hacia la constitución de una Comunidad Sudamericana de Naciones, concepto que comienza ya a ser recogido en las más recientes declaraciones presidenciales

La integración regional sudamericana constituye una alternativa de crecimiento y de concreción de los proyectos nacionales de desarrollo con énfasis en la eliminación de la exclusión social, la reducción de la pobreza y la disminución de la vulnerabilidad externa, haciendo posible una presencia más sólida y competitiva de nuestra región en el mundo.

Bajo esta premisa, en la III Cumbre de Presidentes de América del Sur (Cusco, 2004),surge la Comunidad Sudamericana de Naciones como un proyecto político y un programa de desarrollo regional, partiendo de la convergencia gradual entre la Comunidad Andina (CAN) y el Mercado Común del Sur (MERCOSUR), sumando a Chile, Guyana y Suriname.

Luego de las dos primeras Cumbres de Jefes de Estado de la Comunidad Sudamericana, realizadas en septiembre del 2005 en Brasilia y en diciembre del 2006 en Cochabamba, que tuvieron como resultado el establecimiento de una Agenda Prioritaria y un Plan Estratégico para la Integración, respectivamente, el proceso de integración sudamericana experimentó un giro a partir de la Cumbre Energética, realizada en la Isla Margarita en abril de 2007. En dicha Cumbre se cambió de nombre a la Comunidad Sudamericana de Naciones por el de Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR). Asimismo, se estableció una Secretaría Permanente de UNASUR en Quito y se transformó la Comisión de Altos Funcionarios en el Consejo de Delegados o Comisión Política. En la Declaración de Cochabamba suscrita por los Jefes de Estado el 9 de diciembre del 2006, se incluyó un Plan Estratégico para la Profundización de la Integración Sudamericana que, sobre la base de la convergencia del MERCOSUR y la Comunidad Andina más Chile, Guyana y Suriname, establece la creación de cinco grupos de trabajo: Infraestructura, Integración Energética, Integración Financiera, Políticas Sociales e Integración Educativa Sudamericana.

En suma, la tendencia de nuestro país es priorizar la integración regional, lo que nos permitirá poder seguir avanzando hacia la complementación productiva regional; toda vez que nuestra participación en la CAN, el MERCOSUR y la UNASUR, consolidara la posición del país en la apertura de nuevos mercados y estar acordes a los cambios tecnológicos en un mundo cada vez más globalizado.

PERSPECTIVAS


1. El Perú, pese no haber alcanzado la madurez política deseada, por encontrarse su democracia aun en una etapa de transición, siempre será la de participar proactivamente en el proceso de integración de los países sudamericanos, buscando acrecentar vínculos políticos, diplomáticos, económicos, sociales, de infraestructura, tecnológicos, de la preservación del medio ambiente, de integración energética, de seguridad y otros comunes como una forma de lograr el desarrollo de los mismos; sin embargo, este proceso encuentra una barrera en la parte política dada por las posturas de los gobiernos de Venezuela y Bolivia que vienen actuando como elementos disociadores a todo proceso de integración tratando de implementar un modelo que va en contraposición de la mayoría de los países.

2. El Perú viene trabajando para mejorar la competitividad del país a través de la suscripción de acuerdos comerciales regionales y bilaterales. A la fecha el Perú cuenta con acuerdos de libre comercio con EEUU, CAN (Colombia, Ecuador, Bolivia y Perú), Venezuela, MERCOSUR (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) y Chile, Canadá, Singapur y China (a partir del 01 de marzo), también se tiene acuerdos que están por entrar en vigor como la EFTA (Suiza, Noruega, Liechtenstein, Islandia) y en procesos de negociación, con la Unión Europea, Corea, Japón; Tailandia y México (éste último se encuentra paralizado).

3. Que el Perú impulse las negociaciones bloque a bloque entre la CAN y la UE, con miras a un Acuerdo de Asociación que incluyan el Diálogo Político, Cooperación y Comercio.

4. El Perú estima que la UNASUR es un proceso que va a durar un largo tiempo, donde se requiere respetar la pluralidad ideológica y distintas visiones de desarrollo, es necesario identificar tareas comunes que coadyuven al proceso de integración regional, a través de una agenda realista.

5. El establecimiento del Espacio de Libre Comercio es uno de los objetivos prioritarios de Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), en la actualidad al interior de la Asociación se perciben diferentes enfoques respecto al proceso de integración regional; por un lado, están los países, entre ellos el Perú que respalda el rol prioritario de la materia económico-comercial y por otra parte los países del ALBA (Bolivia, Ecuador, Cuba y Venezuela), quienes consideran la prevalencia del tema social, percibiéndose una intensa carga ideológica e intransigencia en los debates, buscando relegar los postulados primigenios de la ALADI. Se presume que ambas posiciones tendrán que ceder y buscar un punto medio, favorable para ambas partes; el Perú apuesta a que al haber más desarrollo económico y comercio, se beneficia colateralmente lo social.

6. Seguir avanzando hacia lo que es la consolidación comercial a nivel regional, existe una multiplicidad de temas a tratar en el marco de la CAN y del MERCOSUR, que no solo son temas comerciales, sino abarcara los aspectos como Seguridad, integración fronteriza y medio ambiente; ahora como nos ha enseñado la crisis financiera mundial, que la integración son alternativas que nosotros podemos utilizar para amenguar los golpes de estas crisis globalizadas. Con UNASUR vamos a seguir políticamente trabajando, consideramos que es interesante pulir mecanismos, pero siempre tener presente el no duplicar instituciones e iniciativas existentes, como son el IIRSA (Infraestructura Regional Suramericana) o la Corporación Andina de Fomento, nosotros consideramos que esta Corporación trabaja bien, el Perú no está de acuerdo con la creación de una moneda Regional, consideramos que nuestro organismo financiero , es un organismo financiero de éxito con reconocimiento financiero a nivel internacional .

7. Al final nos preguntaríamos, ¿Qué buscamos con la inserción en la cooperación e integración sudamericana?. Buscamos que el Perú sea un país exportador de oferta de bienes y servicios, que sea competitivo y pueda diversificar cada vez más su oferta exportable, para ello, requerimos y hacemos un trabajo coordinado entre el sector público y los diferentes gremios empresariales, al final nuestro objetivo es colocar al Perú como líder del Pacifico sur y como CENTRO DE NEGOCIOS en América del Sur, proyectándonos hacia el mundo a partir de un agrupamiento sudamericano.

8. Lograr mediante los procesos de concertación y coordinación política, un acuerdo de libre comercio entre los dos bloques regionales (Comunidad Andina de Naciones – CAN y el MERCOSUR), y con Chile, Suriname y Guyana, la integración física, energética y en comunicaciones, la armonización de políticas en desarrollo rural y agroalimentario, la cooperación en tecnología, ciencia, educación y cultura, y la integración entre empresas y sociedad civil.

9. Las características geoestratégicas de nuestra vecindad y la gravitación global del Brasil, hacen excepcionales las condiciones para una integración binacional de alta intensidad con este país. El Perú debe cumplir un rol protagónico, conjuntamente con el Brasil, en el desarrollo de la integración física sudamericana en el marco de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana (IIRSA).

DOMINIO MARÍTIMO DEL PERÚ


Constitución Política del Perú Artículo 54°



Artículo 54°

El territorio del Estado es inalienable e inviolable. Comprende el suelo, el subsuelo, el dominio marítimo, y el espacio aéreo que los cubre.

El dominio marítimo del Estado comprende el mar adyacente a sus costas, así como su lecho y subsuelo, hasta la distancia de doscientas millas marinas medidas desde las líneas de base que establece la ley.

En su dominio marítimo, el Estado ejerce soberanía y jurisdicción, sin perjuicio de las libertades de comunicación internacional, de acuerdo con la ley y con los tratados ratificados por el Estado.

Libertades de comunicación internacional

Libertades básicas del derecho internacional:
Navegación.
Sobrevuelo.
Tendido de cables (Comunicación)
Tendido de tuberías (Transporte de líquidos y gases)

Mar territorial

• Angosta franja de mar, donde la soberanía del Estado ribereño se extiende más allá de su territorio.

• Esta soberanía se extiende al espacio aéreo sobre el mar territorial, así como al lecho y al subsuelo de ese mar.

• Excepciones a la jurisdicción, conforme al derecho internacional para el paso inocente.

Espacios normados por el D.S. 781

Parte Resolutiva:

• La soberanía y jurisdicción nacionales se extienden a la plataforma submarina.

• La soberanía y jurisdicción nacionales se ejercen también sobre el mar adyacente a las costas.

• […] el Estado se reserva el derecho de establecer la demarcación de las zonas de control y protección de las riquezas......

• […] declara que ejercerá dicho control y protección sobre el mar adyacente a las costas del territorio peruano.....

• […] doscientas millas marinas, son medidas siguiendo la línea de los paralelos geográficos......

• La presente declaración no afecta el derecho de libre navegación de naves de todas las naciones, conforme al Derecho Internacional.

Efectos contradictorios

• Sometido a libre navegación en toda la zona marítima.

• Zona marítima de 200 millas, medidas sobre los paralelos.





Espacios en CONVEMAR: Mar territorial


Espacios en CONVEMAR: Zona Económica Exclusiva


Espacios en CONVEMAR: Plataforma Continental



Recursos vivos y no vivos

La CONVEMAR reafirma a lo largo de todo su texto, el derecho soberano de los estados costeros, a la exploración y explotación de sus recursos vivos y no vivos hasta las 200 millas. Principio fundamental de la zona marítima peruana proclamada en 1947

Recursos vivos (pesquerías)

• Existe una legítima preocupación de los empresarios y gremios pesqueros, por las implicancias que la CONVEMAR podría tener en el manejo soberano de nuestros recursos pesqueros

• Sin embargo, varios artículos de ese instrumento (61, 62, 73) reafirman la soberanía de los Estados en el manejo de sus pesquerías y el acceso que ellos pueden permitir o no a otros Estados.

Comisión de RREE del Congreso

• El dictamen de la Comisión de RREE del Congreso concluye “que al no ser parte el Perú del orden jurídico internacional del océano representado por la Convención del Mar, sus intereses marítimos están desprotegidos por lo que no podría aprovechar las ventajas que este instrumento internacional ofrece”.

• En tal virtud, “la Comisión opina favorablemente a la adhesión del Perú a la Convención de la Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y al Acuerdo de aplicación de la Parte XI de dicho instrumento, pero precisando que su aprobación requiere el mismo procedimiento de una reforma constitucional”.

Conclusiones

• El Dominio Marítimo es un espacio único, según la Constitución; sin embargo, en 1947 es separado el Mar y Plataforma. No es jurídicamente Mar Territorial.

• La Constitución dispone que la soberanía y jurisdicción se ejerce en su dominio marítimo de acuerdo con la ley. Art. 54.

• Por D.S. 781, el Perú sólo tiene soberanía y jurisdicción sobre los recursos del mar y su fondo hasta las 200 millas.

• Por D.S. 781, el Perú otorga libre navegación en las 200 millas y, por tanto, no tiene soberanía y jurisdicción territorial en las 12 millas.

• La CONVEMAR reconoce soberanía y jurisdicción sobre el Mar Territorial (12 millas) y sobre la totalidad de los recursos marítimos hasta las 200 millas.

• La adhesión a la CONVEMAR no requiere modificación constitucional.

TECNOLOGÍA PARA LA DEFENSA Y PREVENCIÓN DE DESASTRES NATURALES


II Salón Internacional de Tecnología para la defensa y prevención de desastres naturales

La Marina de Guerra del Perú, El Ejército del Perú, La Fuerza Aérea del Perú y La Policía Nacional del Perú se unen para llevar a cabo el SEGUNDO SALÓN INTERNACIONAL DE TECNOLOGÍA PARA LA DEFENSA Y PREVENCIÓN DE DESASTRES NATURALES (SITDEF PERÚ 2009). Éste es un encuentro comercial y cultural que congrega a empresas nacionales y extranjeras con el fin de poder mostrar tecnología de punta a través de una exposición física y virtual de productos y servicios, beneficiando al país y a la región con la modernización en lo que a tecnología de Defensa se refiere.


El objetivo principal de este evento es consolidar la inserción del Salón Internacional de Tecnología en el circuito mundial de ferias y así incrementar el número de participantes de las empresas nacionales y extranjeras con respecto al SITDEF 2007. Además, se busca promover la interacción entre las FFAA, contribuyendo al tema de Desarrollo y Defensa Nacional para fortalecer su imagen como Fuerzas Armadas.

Este evento, que contará con la presencia de más de 90 empresas especializadas en el rubro de tecnología para la defensa, se llevará a cabo en las instalaciones del Cuartel General del Ejército, donde se ha dispuesto de un espacio de más de 11 mil metros cuadrados de exhibición.

El público asistente, que podrá ingresar de manera gratuita los días 23 y 24 de mayo, además de demostraciones de Fuerzas Especiales a cargo de nuestras Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional del Perú, podrá apreciar tecnología de defensa del más alto nivel, entre la que destaca el Tanque PT91P, que posee un cañón de un calibre de 125 mm, además de una ametralladora de 12.7 mm, misiles antitanques, diversos tipos de fusilería, entre otros.

Otra de las atracciones del evento serán los aviones no tripulados, vehículos aéreos capaces de volar sin necesidad de piloto humano, gracias a un sistema de pilotaje automático y computarizado. Estas aeronaves poseen diferentes sistemas que combinan información procedente de sistemas de posicionamiento como GPS, navegación diurna y nocturna, servomecanismos, etc. El uso de los aviones no tripulados hoy en día se centra en misiones de reconocimiento y vigilancia.

Adicionalmente, este Salón contará con charlas y exposiciones magistrales como Sistemas de Comando y Control, Sistema de Defensa Antitanque, Satélites, Comando y Control, Prevención de Desastres Naturales, Sistemas de Defensa Antiaérea y Lanzadores Múltiples, las cuales serán de acceso gratuito al público previo registro e identificación.

Por otro lado y teniendo en cuenta que el Perú es un país altamente sísmico, se ha incluido un tema de gran importancia para la población. Se trata de “La Prevención de Desastres Naturales”.

La inauguración del evento será el miércoles 20 de mayo a las 6:30 PM y contará con la presencia del Presidente de la República, Dr. Alan García Pérez. El sábado 23 y domingo 24 de mayo estará disponible para la visita del público en general desde las 10:30 AM hasta las 18:00 PM.

El Presidente de la República, Dr. Alan García Pérez inaugurará el evento el miercoles 20.


El evento contará con la presencia de más de 90 empresas extranjeras especializadas en el desarrollo de material de tecnología para la defensa.

Entre las mayores atracciones se encuentran el tanque PT91P, vehículos militares diversos, misiles antitanques, aviones no tripulados, entre otros (ver fotografías al final de la nota).

Los días 23 y 24 la exposición estará abierta al público en general y habrán demostraciones de las FFAA y Charlas de Seguridad y Prevención, entre otras.

TICS E INCLUSION DIGITAL


Las Nuevas Tecnologías aplicadas a la Discapacidad




La Sociedad del Conocimiento en el Contexto Mundial

La reconversión de la sociedad industrial en sociedad del conocimiento afecta a los

sistemas de educación y de formación tanto de los países desarrollados como de

aquellos que se encuentran en vías de desarrollo.

En esta perspectiva, la mejora de la calidad de los sistemas educativos, es una

cuestión no solo educativa sino fundamentalmente de viabilidad y soporte para el

desarrollo de los países.

El concepto de educación en su amplia dimensión de conductor y garante social del

proceso de transferencia de conocimientos, se revaloriza y adquiere nuevas

posibilidades en el campo de la formación promovida desde el Estado,

principalmente por el Ministerio, pues se convierte en una herramienta

irremplazable para alcanzar mejores niveles y condiciones de vida para la

población en general. Por ello, se considera de especial importancia la articulación

de una NUEVA EDUCACION que se caracterice por el uso intensivo de las Nuevas

Tecnologías de la Información y la Comunicación – NTIC en los procesos de

enseñanza-aprendizaje que, en definitiva, logre preparar a las personas para que

puedan actuar e integrarse adecuadamente en la sociedad actual.

Para responder a los nuevos retos que impone la sociedad del conocimiento, los

países desarrollados han resuelto el equipamiento de sus instituciones educativas,

con recursos tecnológicos e informáticos mientras que en algunos países

latinoamericanos se han iniciado a realizar enormes esfuerzos en esta perspectiva.

Existe una brecha digital en los países latinoamericanos pero ésta deberá ser

suplida mediando voluntades y acciones orientadas a la inclusión digital que

permita el adecuado aprovechamiento de las posibilidades y oportunidades que

brindan las NTICs en la educación, partiendo de una efectiva formación docente y

el uso, condicionado, de las redes y aplicativos del conocimiento.

Este proceso, sin duda, tendrá que ser complementado con el esfuerzo de los

Estados de adoptar el acceso a las nuevas tecnologías como parte una política

nacional en educación para permitir habilitaciones y liberación de presupuestos que

puedan ser orientados a formaciones, equipamientos y materiales adaptados.



Las NTICs en el Proceso de Inclusión Educativa

Las NTIC están posibilitando la creación de nuevos espacios sociales para las

interrelaciones humanas. Estas transformaciones tienen particular importancia para

la educación, por tres grandes razones como lo plantea Javier Echevarria1.

En primer lugar, porque posibilitan nuevos procesos de aprendizaje y transmisión

de conocimientos a través de las redes telemáticas; en segundo lugar, porque para

ser activo en el nuevo espacio social se requieren nuevos conocimientos y

destrezas que habrán de ser aprendidos en los procesos educativos; y, en tercer

lugar, porque adaptar la escuela, la universidad y la formación al nuevo espacio

social requiere crear un nuevo sistema de centros educativos y en red, así como

nuevos escenarios, instrumentos y métodos para los procesos educativos.

Estos “nuevos escenarios” tienen que ver en la relación entre el hombre y la

tecnología, que transforma constantemente su vida, costumbre, pensamientos y

formas de aprender. Por ello, resulta lógico pensar en transformar la educación, los

sistemas educativos y, siendo reduccionistas, las formas de enseñar, compartir y

aprender en el aula de clases.

El reto para los sistemas educativos actuales es el de aprender con la tecnología y

desde la tecnología que debe de convertirse en una nueva herramienta cognitiva.

Para lograr alcanzar el reto se requiere contar con un nuevo modelo pedagógico

donde, el aprovechamiento y la optimización de los medios y recursos

tecnológicos, respondan a las necesidades y diversidades del aula de clases.

Sin embargo, la voluntad manifiesta de aprovechar y optimizar los medios y

recursos tecnológicos, debe de expresarse en lineamientos de políticas educativas.

La política educativa inclusiva debe, como instrumento de gestión, contemplar el

equipamiento tecnológico e informático de los espacios educativos participantes

(IEI y CEBE) para lograr maximizar este nuevo proceso de aprendizaje que brinde

ventajas y beneficios al cuerpo docente y a los estudiantes con discapacidad, en

particular.



En esta línea de pensamiento, el Estado Peruano, a través del desarrollo del

Programa Huascarán2, viene realizando grandes esfuerzos tanto en el equipamiento

tecnológico e informático como en la capacitación docente privilegiando a la

escuela regular. La apuesta por la escuela especial e inclusiva esta aun pendiente a

pesar de constituirse en objeto de los grandes ejes políticos nacionales en materia

de educación.

Creemos, sin embargo, que la apertura que se viene realizando, habiendo

incorporado a 32 CEBE en el Programa Huascarán, es una señal de cambio también

en la relación TIC-Escuela y, por tanto, dependerá en gran medida de los desafíos

y retos que se proponga la Educación Básica Especial para lograr incrementar la

demanda por tecnología y capacitación desde los propios usuarios y mediando

condiciones de validación de los medios y recursos tecnológicos.

Finalmente, señalar, que la propia sociedad ha creado “espacios informáticos de

acceso público” a través de la apertura y diseminación de las cabinas de Internet

que, en virtud de una norma con rango de ley (Ley Nº 285303), establece la

necesidad de que las mismas se adecuen a los requerimientos del diseño universal

para las personas con discapacidad tanto en lo que se refiere a infraestructura

física como adecuación de portales y paginas WEB de modo tal de coadyuvar a

generar mayores condiciones de accesibilidad de la red de conocimientos. Esta

iniciativa legal se convierte en una oportunidad para el sistema educativo, en su

modalidad de Básica Especial, que puede establecer alianzas estratégicas, frente a

las carencias de equipamiento, para utilizar las TICs en el desarrollo de su

proyecto educativa.

Esta propuesta sumada a aquella necesaria de aprovechar los llamados Espacios

Virtuales de Aprendizaje – EVAs que se constituyen en instrumentos efectivos para

los procesos de formación y capacitación a distancia con sus herramientas

sincrónicas como el chat y el foro que permiten la comunicación en tiempo real y

asincrónicas como el correo electrónico que permiten la comunicación en tiempo

para contribuir a mejorar la calidad de la educación, ampliar su cobertura, y lograr

mayores niveles de descentralización, democratización y equidad. Tiene como objetivo

implementar, con ordenadores conectados a Internet, en las instituciones educativas

incorporadas al programa en todos los rincones del Perú. Una vez realizada la

implementación de los recursos informáticos, los docentes de las instituciones educativas

incorporadas reciben una capacitación intensa para el aprovechamiento en el desarrollo

de sus actividades pedagógicas. (http://portal.huascaran.edu.pe).

3 Ley de Promoción de Acceso a Internet para Personas con Discapacidad y de Adecuación

del Espacio Físico en Cabinas Públicas de Internet. El artículo 1° de esta norma declara

de interés social la promoción del acceso al uso de Internet y de las tecnologías de la

información a las personas con discapacidad y la progresiva eliminación de las barreras

físicas y tecnológicas que les impida su integración a la Sociedad de la Información y su

reinserción al mercado laboral. (http://www.risolidaria.org.pe/discapacidad).

jueves, 5 de agosto de 2010

PERU Y LA INTEGRACION SUDAMERICANA (Monografia)

PREAMBULO


El conjunto de iniciativas políticas que han proliferado desde fines de los años ochenta con vistas a la creación o reactivación de mecanismos de integración económica regional en diversas zonas del mundo se ha dado a llamar “nuevo regionalismo”. En América Latina se han adoptado importantes iniciativas para revitalizar proyectos ya existentes: el Plan de Acción Económica para Centroamérica en el seno del Mercado Común Centroamericano (MCCA) en 1990; el Protocolo de Tegucigalpa a la Carta de la Organización de Estados Centroamericanos (ODECA) por el que se establece el Sistema de Integración Centroamericana (SICA) en 1991; el impulso de la integración andina en el Pacto Andino desde 1991; el Protocolo de Trujillo (1996) y del Protocolo de Sucre (1997) que convierten el Pacto Andino en Comunidad Andina a partir de agosto de 1997; y la firma de numerosos “acuerdos de complementación económica” en el marco de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) durante los años noventa.

Al mismo tiempo, durante estos años han surgido en el continente americano otros proyectos completamente nuevos: el Grupo de los Tres (G3) entre Colombia, México y Venezuela en 1990; MERCOSUR entre Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay en 1991; el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA, por sus siglas en inglés) en 1992, con la participación de México; la creación de la Asociación de Estados del Caribe (AEC) promovida por el Mercado Común del Caribe (CARICOM) en 1994; y la propuesta estadounidense en 1994 para crear antes del año 2005 un Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

La cooperación política, económica y la integración regional son procesos que, con mayor o menor fortuna, se han desarrollado en América Latina desde hace décadas. Recientemente, a raíz de los cambios ocurridos en el entorno internacional, entre los que cabría destacar las relaciones resultantes del fin de la Guerra Fría y la extensión del fenómeno de la globalización, ha habido un resurgir de acuerdos, organismos y otras plataformas donde se expresan la voluntad de los diferentes países de la región para llevar adelante iniciativas concertadas que favorezcan la cooperación y la integración en la región y con otros países afines a la misma.

Desde organizaciones regionales de raigambre histórica, como la Organización de Estados Americanos (OEA), Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) y la Comunidad Andina (CAN), hasta acuerdos económicos de distinto signo y grado de profundización y las nuevas iniciativas de concertación política de cooperación e integración como el Grupo de Río y las Cumbres Iberoamericanas.

En este contexto, procede llevar a cabo un seguimiento de las diferentes propuestas que se vienen dando en el trascurrir del tiempo así como las orientaciones y nuevas tendencias que rigen los acuerdos y tratados que permitan al Perú establecer posiciones y formas de acción que faciliten acogernos y adaptarnos en condiciones más favorables.

Los factores desencadenantes de la integración

Las nuevas iniciativas de integración regional y acuerdos comerciales en América Latina se deben a una serie de factores. Entre ellos se destacan los cambios políticos tras la caída del socialismo real en Europa del Este, la onda de redemocratización en América Latina, la necesidad de concertaciones políticas para ganar más peso internacional, las reformas de mercado, y nuevas concepciones sobre el desarrollo.

Las reformas de mercado, implicaron una fuerte liberalización del comercio, donde los países abrieron sus fronteras a las importaciones y promocionaron sus exportaciones. Esas reformas modificaron el papel asignado al Estado, se privatizaron las empresas públicas y desaparecieron los grandes subsidios y protecciones a las industrias nacionales. Simultáneamente también cambio la idea del desarrollo: El desarrollo pasó a ser entendido como crecimiento económico, y esto se consignó en especial por dos factores: Aumentar las exportaciones y atraer las inversiones. Estas ideas fueron defendidas por agencias internacionales como el BID, el Banco Mundial y la CEPAL.

El flujo de dinero se volvió más libre; pasó a ser más sencillo el ingreso de monedas extranjeras a los países, así como más simple enviar dinero al exterior. Las medidas gubernamentales apuntaron a promover las exportaciones. En algunos países, desde el ámbito empresarial, se ha llegado a hablar de “exportar o morir”. Esto explica la gran relevancia que se le da a los acuerdos comerciales en tanto se los ve como indispensables para promover esas exportaciones.

También hay razones de coordinación política, atender cuestiones regionales de seguridad, y mejorar la capacidad en las negociaciones internacionales, por ejemplo ante la Organización Mundial del Comercio (OMC). Es obvio que hay razones económicas, pero no son las únicas y cualquiera de los aspectos mencionados se aplican directamente a la situación Latinoamericana. En especial si se piensan en pequeñas economías negociando por ejemplo con los Estados Unidos o la UE, deberían lograrse primero coordinaciones regionales que permitan negociar en bloque. Sin embargo en muchos casos los países de América Latina han venido negocian por separado o no han logrado acordar posiciones comunes.

Por ejemplo, cuando los países de América Central negociaron con Estados Unidos (un tratado de libre comercio convencional), la unidad entre las naciones se perdió y cada una de ellas negoció separadamente diversos aspectos del acuerdo compitiendo entre sí; como resultado Guatemala reconoció que había aceptado ventajas mayores a las otorgadas por sus vecinos.

El camino conciente de las dirigencias políticas en búsqueda de los mejores esquemas y mecanismos para poner en marcha la integración regional, reconoce, entonces, este pasado común que ha significado- en su sentido profundo- la existencia de un verdadero “pacto implícito”, que estaba vivo en los momentos de la lucha por la Independencia y que se justificaba legítimamente en al “...ciudadanía común, el uti possidetis jure, la obligación de solucionar pacíficamente las controversias, la negociación conjunta del reconocimiento de la independencia y de los grandes temas globales, el derecho de intervención (desde dentro de la confederación) para defender los gobiernos legítimamente constituidos, según sus leyes, y, en suma, todas las políticas comunes que sean necesarias para enfrentar la amenaza externa y la anarquía interna.” Estas grandes guías para la acción política constituyeron, de hecho, el basamento histórico-político-cultural de nuestros países y son recuperados, permanentemente, en términos de memoria conciente, aunque, también la propia historia sudamericana nos ha demostrado que las dificultades de la pragmática de los hechos y las políticas concretas de integración en nuestro devenir histórico, han puesto en contradicción y tensión estos principios-guía con las vicisitudes de la evolución político-institucional de las unidades políticas diferenciadas del espacio geográfico sudamericano.

Otro de los componentes conceptuales que hacen comprensible nuestro enfoque teórico de la integración, nos refiere a la idea de la comunidad política como portadora de intereses, valores y creencias que convierten a ese agrupamiento de seres humanos en una estructura viva, dinámica, con contradicciones; pero conciente, desde la experiencia política concreta, de ser parte de un proyecto común. En realidad, esta marca de identificación provee un espacio de creación de identidad en el que intervienen múltiples aspectos o dimensiones desde los cuales puede ser abordada la problemática de la integración regional sudamericana. Esas dimensiones son las que deben ser escrutadas y analizadas desde una perspectiva integral y sistémica, considerando, de hecho, al proceso integrador como un espacio temporal-espacial continuo, situado, referenciado a una determinada constelación de relaciones de fuerza y factores de poder que portan visiones y percepciones diversas sobre cómo hacer operativos los valores, creencias e intereses de la comunidad política considerada.

Por ende, la existencia de varios planos en los que se manifiesta la compleja red de un esquema de integración, supone la presencia de objetivos en pugna que, en su expresión político-institucional, son las variadas formas en que puede presentarse y representarse, social y simbólicamente, un proceso de estas características. Ciertamente, las diversas formas en que son problematizadas las cuestiones de la integración, nos lleva a conferir status de sentido formal, conceptual y práctico-empírico a una cosmovisión que aparece, permanentemente, como imposibilitada de elaborar un diagnóstico y un esquema de comprensión en el que estén debidamente identificados los diversos aspectos y/o elementos componentes de un proceso de integración que, como tal, solo cobra identidad comunitaria en un espacio geográfico e histórico compartido.

Los acuerdos y procesos de cooperación e integración en América Latina

En nuestro continente hay en marcha varias iniciativas. Por un lado existen acuerdos comerciales convencionales, con el formato de “libre comercio”. El más conocido es el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Estados Unidos además ha formalizado acuerdos con varios países centroamericanos y la República Dominicana (CAFTA), con Chile, Perú y Colombia y Ecuador. Durante varios años se negoció un Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), propuesta por Estados Unidos. Estas negociaciones en el trascurrir del tiempo no han evolucionado como se deseaba quedaron por largos periodos estancadas.

Entretanto han venido desarrollándose procesos de integración, con aspiraciones más ambiciosas que abarcan no solo procesos comerciales sin sociales, de seguridad y protección al medio ambiente y finalmente difundiendo el concepto de desarrollo sostenible y sustentable. Tratados que si bien no han avanzado mucho pero que su permanencia y continuidad han creado precedentes positivos para continuar en esta seda. Entre los principales de la región tenemos:

(1) Mercado Común de Centro América (MCCA),

(2) Comunidad Andina (CAN) y

(3) Mercado Común del Sur (MERCOSUR).

Estos acuerdos están corriendo diversa suerte, y enfrentan diferentes problemas, presentándose nuevas iniciativas, entre las que se encuentran formatos de cooperación bilateral directa, como el Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP) promovido por el gobierno de Evo Morales en Bolivia, y en un plano más general, la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), propuesta por Venezuela.

Las características del regionalismo latinoamericano

Los diferentes procesos de integración y cooperación que se han venido dando en Latinoamérica, han presentado ciertas características que han facilitado o retardado los procesos y que es importante conocer. Estas son:

Diversidad.

Los proyectos políticos que componen el nuevo regionalismo latinoamericano divergen sustancialmente en cuanto a objetivos, institucionalización y participación estatal.

Si bien se trata generalmente de proyectos de integración económica, el fin al que se aspira es muy variable: el ALADI, el TLCAN, el G3 o el ALCA, tienen como objetivo la creación de zonas de libre comercio, la CAN aspira a la unión aduanera y otras agrupaciones sitúan sus expectativas en el establecimiento de mercados comunes, como el MCCA, el CARICOM o el MERCOSUR.

El nivel y forma de la institucionalización también son muy variables según la agrupación regional, no solo por la estructura orgánica adoptada en cada caso, sino sobre todo por las competencias que los Estados Miembros ceden a la organización.

En cuanto a la participación estatal, la diversidad subregional justifica las diferencias en la composición de las agrupaciones; pero lo más destacable a este respecto es quizá el surgimiento de dos proyectos cuyos miembros muestran una gran disparidad económica: uno de ellos es el TLCAN, del que se ha destacado habitualmente la coexistencia de Estados Unidos y México como miembros; el otro es el ALCA, en el que participan 34 de los 35 Estados americanos, excluido tan sólo Cuba.

Solapamiento.

Una característica del nuevo regionalismo latinoamericano vinculada a la participación es la condición de miembro que un mismo Estado combina en varias agrupaciones regionales. Salvo la excepción cubana, todos los Estados Americanos, participan en al menos dos proyectos de integración, y en algún caso hasta en cuatro o cinco diferentes, tal como el Perú, que además de participar en la CAN, es miembro del MERCOSUR, del ALCA, del ALADI y por tener costas en el Pacífico también participa en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).

Esta participación múltiple en varios proyectos de liberalización comercial es sin duda una circunstancia que añade complejidad al funcionamiento de las agrupaciones regionales, pero al mismo tiempo tiende a acelerar el ritmo de desmantelamiento de las barreras comerciales y a los movimientos de capitales.

Impulso gubernamental.

Atendiendo a la secuencia con que se producen regionalización y/o regionalismo, suele distinguirse teóricamente entre integración inducida por el mercado (market-led) e integración inducida por políticas (policy-driven).

En América Latina los procesos de integración regional han surgido de iniciativas gubernamentales y han sido las instancias estatales las que han conducido los procesos. A diferencia de lo ocurrido en Asia Oriental, los niveles de regionalización efectiva antes del lanzamiento o reactivación de proyectos regionales no eran muy elevados. Las agrupaciones regionales surgen precisamente para fomentar estas relaciones económicas poco desarrolladas entre vecinos geográficos. Caso particular es quizás el TLCAN, pues en las regiones fronterizas de Estados Unidos y México tal independencia económica fue seguramente uno de los acicates para la formalización de la integración norteamericana. Pero al igual que ocurrió con las iniciativas de los años sesenta, el regionalismo latinoamericano de los años noventa es impulsado y conducido por iniciativas políticas.

Protagonismo empresarial.

Pese al papel de los gobiernos de la región en los inicios del nuevo regionalismo, el sector privado a tenido una participación activa en el impulso y desarrollo de las iniciativas de integración. Esta implicación de las fuerzas del mercado explica el aumento no sólo de los intercambios comerciales, sino sobre todo de los flujos de inversión extranjera directa. El apoyo de las empresas a la ampliación geográfica de los marcos geográficos en los que desarrollan sus actividades ha sido especialmente destacado en agrupaciones como el MERCOSUR y la CAN. Incluso en Norteamérica, pese al rechazo de algunos sectores industriales, los lobbies empresariales se han decantado mayoritariamente por la vía de la regionalización, comenzando por el Área de Libre Comercio Canadá – Estados Unidos (1988), el TLCAN y el ALCA.

Regionalismo abierto.

En América Latina la integración regional de los años noventa se plantea en base a la compatibilidad con el multiculturalismo, tal y como esta fue entendida en las formulaciones del “regionalismo abierto” que a principios de los años noventa realizó la CEPAL. En 1990 ésta destacaba las virtudes que para el desarrollo equitativo podían comportar los procesos de integración regional que fomentasen, entre otros aspectos, la liberalización comercial intrarregional, la apertura comercial selectiva hacia el exterior, el fortalecimiento de la base institucional y la participación de actores públicos y privados en los procesos de toma de decisiones. La asunción y consolidación del regionalismo abierto como estrategia de desarrollo se planteó en 1994, aunque con unas condiciones que lo diferenciaban sustancialmente del propugnado desde los años ochenta en la cuenca del Pacífico.

El regionalismo abierto latinoamericano no impulsa el multilateralismo, sino que se limita a complementarlo. La prioridad se asigna a la preferencia para las economías de la región, lo cual comporta necesariamente una discriminación con respecto a las economías exteriores. Se trata de un regionalismo abierto, si, pero abierto a las economías intrarregionales: sólo si avanza la liberalización multilateral se mantendrá la compatibilidad con el multilateralismo.

Iniciativas de Cooperación e Integración en América Latina

A pesar de haber hecho ya mención de los diferentes tratados y acuerdos; así como de los organismos que se han creado con la intensión de fomentar la integración y la cooperación en la región, a continuación se tratarán sobre ellas con un mayor detalle aquellas en las que el Perú participa en forma activa.

1. Organizaciones del Sistema Interamericano

a. Comisión Económica para América Latina (CEPAL)

La CEPAL fue establecida por Resolución del Consejo Económico y Social de la ONU el 25 de febrero de 1948. Es una de las cinco comisiones regionales de las Naciones Unidas fundada para contribuir al desarrollo económico de América Latina, coordinar las acciones encaminadas a su promoción y reforzar las relaciones económicas de los países entre sí y con las demás naciones del mundo. Si bien en un principio se enfocaba sólo en América Latina, posteriormente se amplió a los países del Caribe.

b. Banco Interamericano del Desarrollo (BID)

En 1940 nueve estados americanos suscribieron el Convenio constitutivo del Banco Interamericano, iniciativa que no pudo convertirse en realidad, en virtud de la falta de suficientes ratificaciones.

Fue el Consejo de la OEA quien luego de varios intentos logró el impulso necesario para su constitución el 8 de abril de 1959, por 18 estados con el objetivo de combatir la pobreza y fomentar la equidad social por medio de programas adaptados específicamente a la coyuntura local.

El Banco provee financiamiento para, entre otros, garantizar el desarrollo sostenible, el crecimiento económico, el aumento en la competitividad y la modernización de las instituciones públicas en América Latina y el Caribe. También otorga asistencia técnica en materia de educación, reducción de la pobreza y agricultura.

c. Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (INTAL)

El INTAL es una unidad del BID que promueve acciones de integración, comercio y cooperación, en el marco de la estrategia del Banco. El Instituto también brinda capacitación y asistencia técnica para el fortalecimiento institucional en los países miembros y promueve el diálogo con la sociedad civil.

Desde el año 2000, el INTAL constituye la Secretaría del Comité de Coordinación Técnica de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA) que tiene por objeto promover el desarrollo infraestructural de doce países sudamericano enfocado en transporte, energía y telecomunicaciones.

d. Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA)

El ALCA, es un proceso de integración regional en el que participan 34 países del continente americano, cuyo propósito es eliminar progresivamente las barreras al comercio, servicios e inversión.

En la primera Cumbre de las Américas, celebrada en Miami en diciembre de 1994, los Jefes de Estado y de Gobierno de 34 países del Continente Americano acordaron el establecimiento del ALCA en donde se eliminaría, progresivamente, las barreras al comercio y a la inversión.

Dentro de sus objetivos principales podemos mencionar:

- Promover la prosperidad a través de la creciente integración económica y el libre comercio.

- Facilitar la integración de las economías más pequeñas.

- Procurar que las políticas ambientales y de liberalización comercial se apoyen mutuamente.

- Asegurar, de conformidad con las respectivas leyes y reglamentos de cada país, la observancia y promoción de los derechos laborales.

Países miembros:

Antigua y Barbuda, Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Dominica, El Salvador, Ecuador, Estados Unidos, Granada, Guatemala, Guayana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Santa Lucía, San Cristóbal y Nevis, San Vicente y Granadinas, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay, y Venezuela

2. Bloques Económicos de América Latina.

a. Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI)

Con la finalidad de reestructurar y continuar los esfuerzos de integración realizados por la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC), creada en 1960, 11 países de la región (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela), suscribieron el tratado de Montevideo de 1980, que instituyó la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), a la cual se adhirió Cuba en 1999.

ALADI es el mayor grupo latinoamericano de integración, cuyo objetivo de largo plazo es establecer, en forma gradual y progresiva, un mercado común latinoamericano

En base al nivel de desarrollo de cada país, la asociación, reconoce tres categorías de países:

- De menor desarrollo económico relativo (Bolivia, Ecuador y Paraguay)

- De desarrollo intermedio (Colombia, Cuba, Chile, Perú y Uruguay)

- Los restantes países (Argentina, Venezuela, Brasil y México).

b. Comunidad Andina (CAN)

El 26 de mayo de 1969, cinco países sudamericanos (Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador y Perú) firmaron el Acuerdo de Cartagena, con el objetivo de alcanzar un desarrollo más acelerado, más equilibrado y autónomo, mediante la integración andina, sudamericana y latinoamericana

Su principal meta es avanzar en la profundización de una integración integral que contribuya de manera efectiva al desarrollo humano sustentable y equitativo para vivir bien, con respeto por la diversidad y las asimetrías que aglutine las diferentes visiones, modelos y enfoques y que sea convergente hacia la formación de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur).

De esa manera, se puso en marcha el proceso andino de integración conocido, en ese entonces como Pacto Andino, Grupo Andino o Acuerdo de Cartagena. El 13 de febrero de 1973, Venezuela se adhirió al Acuerdo. El 30 de octubre de 1976, Chile se retiró de él.

En los últimos años se han registrado acontecimientos que, sin duda, han impactado en el quehacer de la integración. En abril del 2006, Venezuela decidió retirarse de la CAN y el 20 de setiembre de este mismo año, el Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores otorgó a Chile la condición de País Miembro Asociado de la Comunidad, abriendo el camino para su reingreso.

En sus 38 años de existencia, el proceso andino de integración exhibe logros que no se limitan al campo comercial:

- Hoy para viajar a cualquiera de los países de la CAN, basta con tener el documento nacional de identidad.

- Cuenta con normas comunitarias que garantizan la circulación y permanencia de nacionales andinos en la subregión con fines laborales sin perder sus derechos a la seguridad social.

- La elección de los parlamentarios andinos, mediante el voto popular.

- La existencia de un Plan Integrado de Desarrollo Social sobre el empleo, salud, educación y una agenda Ambiental

Países Asociados: Argentina, Brasil,.Paraguay y Uruguay

Países Observadores: Méjico y Panamá

c. Mercado Común del Sur (MERCOSUR)

El MERCOSUR, es un acuerdo subregional de integración, celebrado en el marco del ALADI. Es una Unión Aduanera (es un área de libre comercio que además, establece una tarifa exterior común, ósea, una política comercial común hacia los estados que no son miembros), conformada por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Fue creado el 26 de marzo de 1991, con la firma del Tratado de Asunción.

El 4 de julio de 2006 se suscribió un Protocolo de Adhesión mediante el cual Venezuela se constituyó como Estado Parte. No obstante, este instrumento de adhesión aún no ha entrado en vigor debido a que a la fecha no ha sido ratificado por todos los parlamentos de los firmantes, por lo que su vinculación legal al bloque sigue siendo como Estado Asociado.

El 2003 el Perú firmó un Acuerdo de Alcance Parcial de Complementación Económica con los países del MERCOSUR, como parte del proceso de integración entre el MERCOSUR y la CAN. Así, se convirtió en miembro asociado del MERCOSUR. A fines de noviembre del 2005, el Perú se unió formalmente uniéndose a Bolivia y Chile.

En la actualidad, muchos de los propósitos del proceso de “mercado común”, en la práctica no se han logrado, siendo en la práctica una “zona de libre comercio” o una “unión aduanera imperfecta”, debido principalmente a los factores siguientes:

- La liberalización del comercio en la zona aún no es plena.

- Si bien existe un arancel externo común para muchas mercaderías, hay numerosas excepciones al mismo, y los Estados Partes tienen la facultad de confeccionar una lista en la que se indican qué bienes quedan exceptuados de dicho arancel, pudiendo modificarla semestralmente.

- No existe una concreta coordinación de las políticas comerciales entre los Estados Partes.

- No existe la libre circulación de capitales, servicios o personas.

Países Asociados: Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú

3. Otros bloques de cooperación e integración

a. Organización de Estados Americanos (OEA)

Del 1 al 3 de junio de 1998, en caracas, Venezuela, con la participación de representantes de los 34 países americanos miembros, se celebraron el cincuentenario y la XXVIII Asamblea General de la OEA. En ésta última se aprobaron 65 resoluciones, entre ellas las referentes a la modernización del organismo; el fortalecimiento de la democracia representativa y el multilateralismo; la lucha contra la pobreza, la corrupción, el narcotráfico, el lavado de dinero y el terrorismo; el respeto de los Derechos Humanos; la protección internacional de los refugiados; la cuestión de las islas Malvinas y las recientes pruebas nucleares de la India y Pakistán.

En el ámbito institucional, la OEA ha asumido los mandatos emanados de la II Cumbre de las Américas en 1998, celebrada en abril en santiago de chile, mediante los que entra a formar parte de un comité tripartito encargado de dar apoyo técnico para el logro de los objetivos trazados en Chile, especialmente los referentes a la seguridad hemisférica.

La V Cumbre de las Américas, realizada el 19 de Abril del 2009, se podría resumir en un paso adelante respecto a la relación de Estados Unidos con América Latina, en su presentación en sociedad el presidente norteamericano Barack Obama supo lidiar con verbo fluido y con visos diplomáticos a sus más fervientes derroteros y críticos.

b. Grupo de Río

El Grupo de Río, ha destacado en tres acontecimientos: La VIII reunión institucionalizada entre el Grupo de Río y la UE, celebrada en la ciudad de Panamá el 11 y 12 de febrero de 1998; el período extraordinario de sesiones de la Asamblea General de la ONU en materia de drogas, celebrado en Nueva York del 8 al 10 de junio del mismo año; y la XII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Grupo de Río, celebrada en la ciudad de Panamá el 5 y 6 de septiembre.

En la reunión conjunta con representantes de la UE, Bolivia propuso la creación de un centro de prevención de conflictos, cuya misión será desarrollar mecanismos políticos, diplomáticos y militares para prevenir conflictos armados en América Latina.

En el encuentro de la ONU, los presidentes de Bolivia, Colombia y Perú, que representan a los países más afectados por los problemas de las drogas, mostraron cuatro principales propuestas:

- La creación de un grupo consultivo para coordinar la lucha contra el narcotráfico y estimular las donaciones para tal fin.

- La aplicación a nivel mundial del principio de responsabilidad compartida entre países productores y consumidores.

- La multilaterización de la certificación, para contrarrestar el sistema unilateral impuesto por Estados Unidos. y

- La necesidad de disponer de recursos económicos para poder financiar programas de cultivos alternativos que permitan reducir la producción de coca.

Finalmente, en la Cumbre celebrada en Méjico el 22 de Febrero del 2010, se aprobó una decena de declaraciones como la de solidaridad con Haití e intermediar en las diferencias entre Colombia y Venezuela.

La Cumbre, que reunió a 32 países, se desarrolló con el principal objetivo de avanzar en una nueva organización que les agrupe sin Canadá ni Estados Unidos.

c. Comunidad Iberoamericana de Naciones

Desde 1991 se realiza anualmente la Cumbre Iberoamericana. En esta conferencia participan diecinueve países de Iberoamérica -Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Perú, Paraguay, República Dominicana, Uruguay, Venezuela- además de tres países de la Península Ibérica -Andorra, España y Portugal.

Las Cumbres Iberoamericanas más recientes se han desarrollado en el 2006 en Montevideo, Uruguay; en el 2007 en Santiago de Chile (que pasará a los anales de la historia por el "¿Por qué no te callas?" de SM el Rey de España a Hugo Chávez); y en el 2008, que tuvo lugar en El Salvador entre el 29 y el 31 de octubre. en la que participaron los 22 países miembros. Además, otros países que fueron antiguamente posesiones españolas y portuguesas en África, Asia y Europa, como Angola, Bélgica, Filipinas, Guinea Bissau, Guinea Ecuatorial, Italia, Marruecos, Mozambique y Timor Oriental, han solicitado formar parte de esta cumbre

d. Cooperación Económica del Asia-Pacífico (APEC)

Este foro surgió en 1989 como consecuencia de una creciente interdependencia que existía en la región.

APEC tiene como objetivo promover el crecimiento y prosperidad económica de la región, así como también reforzar el sentido de comunidad. En este sentido fue que en 1994, los miembros del APEC se comprometieron a alcanzar las metas de Bogor, las cuales intentan alcanzar el libre comercio e inversión en la región Asia-Pacífico, teniendo como plazo el año 2010 para las economías industrializadas y el año 2020 para las economías en desarrollo.

Perú es miembro del APEC desde 1998 y el ingreso a este foro responde al deseo de afianzar los vínculos económicos existentes y poder generar mayores relaciones económicas con la región que ha presentado gran dinamismo en términos de crecimiento. La posibilidad de obtener nuevas oportunidades comerciales y de desarrollo también influenció en la decisión de pertenecer a este grupo.

Países Miembros:

Australia; Brunei Darussalam; Canadá; Chile; República Popular de China; Hong Kong, China; Indonesia; Japón; Corea; Malasia; México; Nueva Zelanda; Papua Nueva Guinea; Perú; Filipinas; Rusia; Singapur; China Taipei; Tailandia; Estados Unidos; Vietnam.

4. Las Cumbres Sudamericanas y el nuevo marco de integración regional

La primera reunión de los presidentes y jefe de Estado de América del Sur tuvo lugar en Brasilia (Brasil) el 31 de agosto y 1 setiembre de 2000. La denominación oficial fue de “cumbre de presidentes” y los acuerdos se expresaron en el “Comunicado de Brasilia”. Allí cobró fuerza la idea de una integración “sudamericana” en lugar de una integración “latinoamericana”, y además se aprobó una iniciativa en infraestructura de transporte, energía y telecomunicaciones.

A juicio de los participantes, el proceso debía hacerse en dos movimientos: el primero era un acuerdo comercial entre la CAN y el MERCOSUR, y el segundo era la integración física.

Se aprobó un “Plan de Acción para la Integración de la Infraestructura Regional en América del Sur” que abarca la integración en transporte, energía y comunicaciones, y que será conocida bajo la sigla IIRSA. Los proyectos más importantes comenzaron a gestarse alrededor de Brasil, como las conexiones carreteras hacia Perú, Venezuela y Guyana, y la interconexión eléctrica con Venezuela.

II Cumbre en Guayaquil (2002)

Los presidentes de América del Sur se volvieron a reunir en Guayaquil (Ecuador) dos años mas tarde. La cita tuvo lugar entre el 26 y 27 de julio de 2002

El proceso sudamericano no parecía muy vigoroso ya que todos los países estaban más concentrados en las negociaciones del ALCA. Además, a fines de 2001 se lanzaron las negociaciones globales en la Organización Mundial de Comercio (OMC), bajo la llamada “Ronda de Doha”, y donde todos los sudamericanos apostaban a lograr una mayor apertura comercial de las naciones industrializadas.

Se reiteró el apoyo al IIRSA, como promotor del crecimiento económico, incentivador de la competitividad y creador de mercados ampliados que fortalecerían la integración.

Las dos primeras cumbres presidenciales, y en especial el apoyo al IIRSA, afianzaron el papel de instituciones financieras sudamericanas. Hasta hace poco, el financiamiento de los grandes proyectos como puentes y carreteras era brindado por los propios gobiernos, o en especial por el Banco Mundial y el Bando Interamericano de Desarrollo (BID). En paralelo a avance de las cumbres y del IIRSA, casi en forma desapercibida cobran nuevo protagonismo las instituciones financieras regionales de América del Sur.

III Cumbre de Cusco (2004)

Se lanzó en la ciudad de Cusco (Perú), la idea de una “Comunidad Sudamericana de Naciones” (CSN).

La integración física, energética y de comunicaciones en Sudamérica adquiere prioridad, sobre la base de la profundización de las experiencias bilaterales, regionales y subregionales existentes, con la consideración de mecanismos financieros innovadores.

I Cumbre de la CSN en Brasilia (2005)

Se realizó un análisis de las propuestas de Bolivia y Venezuela sobre el caso del TCP en los acuerdos establecidos entre Bolivia, Cuba y Venezuela y el caso del ALBA, como alternativas lógicas para generar la integración regional, pero finalmente ante la ausencia de ideas concretas se concluyó en que por ahora deben prevalecer los acuerdos de colaboración y asistencia, junto a acuerdos de comercio preferencial

II Cumbre de la CSN en Cochabamba (diciembre del 2006)

Se perdió una inmejorable oportunidad de dejar establecido el principio de soberanía y solidaridad regional al no pronunciarse a favor de la integridad territorial y del Estado de Derecho en Bolivia, amenazados por la negativa de la oposición y de las fuerzas empresarias y políticas de la derecha a respetar la legalidad de la Asamblea Constituyente que sesiona en Sucre.

El presidente de Venezuela, reiteró que los protagonistas principales del proceso de integración deben ser los pueblos y que la CSN y el MERCOSUR deben ser "reformateados”, porque sólo benefician el comercio y no a al conjunto de la sociedad. En ese sentido, Venezuela y Bolivia asociados con Cuba, avanzan con propuestas más concretas sobre el ALBA, Petrocaribe, Gasoducto del Sur y proyectos de solidaridad financiera.

Pasos importantes relacionados al papel del Perú en la cooperación e integración sudamericana

1. La CAN y el MERCOSUR (06 DIC 02)

Viendo la necesidad de fortalecer el proceso de integración de América Latina, a fin de alcanzar los objetivos previstos en el Tratado de Montevideo de 1980, mediante la concertación de acuerdos abiertos a la participación de los demás países miembros de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), el 6 de diciembre del 2002 se suscribió el Acuerdo de Complementación Económica Nº 56, entre la CAN y el MERCOSUR que establece la conformación de un Área de Libre Comercio.

2. Acuerdo de Alianza Estratégica entre Perú y Brasil y del Acuerdo de Libre Comercio para el acceso del Perú al MERCOSUR (27 AGO 2003).

El área de libre comercio se conformará a través de un programa de liberación comercial que se aplicará a los productos originarios y procedentes del Perú y MERCOSUR. Asimismo, Perú y Brasil suscribieron el Memorándum sobre los tres Ejes de Integración, el Memorándum de Entendimiento sobre Cooperación para la Vigilancia de la Amazonía, el Tratado de Extradición y Convenio sobre transferencia de Personas Condenadas, entre otros acuerdos.

El documento de integración, dentro de la Iniciativa de la Integración de la Infraestructura Regional de América del Sur (IIRSA), se refiere principalmente a la ejecución de los principales ejes de integración y desarrollo:

- El Eje Andino, que une Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia con dos líneas paralelas: la carretera Panamericana y la Marginal de la Selva.

- El Eje Interoceánico, que une los puertos de Matarani e Ilo (Perú), Arica e Iquique (Chile) con los puertos de Santos y Sepetiba (Brasil), pasando por Puerto Suárez (Bolivia) y Corumbá (Brasil), con un eje tributario que une este eje principal con la ciudad de Cuiabá (Brasil).

- El Eje Perú-Brasil, que se inicia en Ilo y Matarani hasta Madre de Dios para llegar a los Estados de Acre y Rondonia, y que a través del puerto de Porto Velho, por vía fluvial del río Madeira podrá conectarse con Itacoatiara en el norte (Manaus), de manera que puede ser un gran eje multimodal.

- El Eje Fluvial Norte-Sur, que ha sido denominado Eje Multimodal Orinoco-Amazonas Plata. Se está avanzando la interconexión del Orinoco con el Amazonas para navegar desde Venezuela hasta Porto Velho, y más adelante se resolverá los malos pasos del Alto Madeira y las cachuelas de Guajará Mirim para poder interconectarlo con la hidrovía Paraguay-Paraná.

3. El compromiso de Chile, Perú y Colombia de integrar sus respectivas bolsas en un solo mercado (01 NOV 2009)

El difícil camino de la integración en Sudamérica ha avanzado unos pasos con el compromiso de Chile, Perú y Colombia de integrar sus respectivas bolsas en un solo mercado. La iniciativa, sujeta a numerosos detalles pendientes de concretar, podría dar lugar a una bolsa con casi 600 valores cotizados y una capitalización bursátil regional de casi la cuarta parte. El nuevo mercado se propone hacer la competencia a las dos principales bolsas de la zona: Brasil y México.

Antes de la integración, las autoridades reguladoras deberán resolver cuestiones vitales para el funcionamiento de los mercados como es el acceso de los emisores y de los numerosos agentes que intervienen en cada una de las plazas; la custodia y liquidación de operaciones, y las reglas de supervisión que regirán el mercado integrado. También está pendiente decidir cuál será la moneda de referencia que se utilizará y los requisitos para invertir. Se baraja también la posible integración de los mercados de renta fija.

Ahora no sólo verán a las bolsas de México y Sao Paulo como las más representativas de la región, sino que podrán ver también nuestro mercado integrado como una interesante alternativa de inversión.

Perspectivas y tendencias

El Perú es el único país de la Comunidad Andina, miembro de APEC, de la Cuenca del Pacífico, con plenos deberes y derechos de participación en un mercado que al 2020 deberá facilitar el libre intercambio, sin aranceles, de bienes y servicios entre las naciones integrantes. Así mismo, es un punto de encuentro natural entre América del Sur y la Cuenca del Pacífico, así como un lugar desde donde se puede llegar con cierta facilidad a todos los países sudamericanos

El Perú tiene antecedentes de su vocación integradora. En 1847, durante el gobierno del Mariscal Castilla y cuando José Gregorio Paz Soldán era Canciller, el Perú convocó a la primera reunión de solidaridad con objetivos de defensa mutua y de comercio de los países de Sudamérica. Esa fue la primera conferencia de solidaridad sudamericana. Y en 1864 convocamos a la segunda. Eso no cuajó como una experiencia con permanencia en el tiempo. Entonces, América del Sur perdió su orientación de identidad. Hoy la historia nos da una nueva oportunidad.

La región se encuentra aún en una fase de consolidación de sus estructuras económicas y de sus instituciones democráticas. Las tensiones sociales que vive el continente, como resultado de la desaceleración económica y de su retraso estructural, generan fuertes presiones sobre los sistemas políticos. La inestabilidad de algunas naciones es una muestra de ello. No obstante, se ha avanzado notablemente en el reforzamiento de la cultura democrática, incluso en los países que han atravesado situaciones extremas no se han dado soluciones fuera de los marcos constitucionales.

Desde el punto de vista de la seguridad la nuestra es una de las regiones del mundo que está exenta de conflictos interestatales. Pese a haber algunas diferencias entre naciones del área, éstas no suponen la posibilidad inmediata de conflictos.

Coincidiendo con la recuperación de la economía norteamericana y el dinamismo de otras regiones como el Asia, se viene registrando el inicio de un nuevo ciclo de crecimiento en América Latina. Dicho mejoramiento, no obstante, no se ha dado de manera homogénea.

Algunos países, como el Perú, se han visto beneficiados con el incremento de los precios de sus productos de exportación. Ello, sumado a la preservación de los equilibrios macroeconómicos básicos, ha determinado que registren una mejor trayectoria.

De todas formas, la acumulación de demandas sociales, en un contexto de continuo crecimiento demográfico y agudización de la pobreza genera presiones sobre los sistemas políticos de difícil tratamiento para los gobernantes. Por tanto, pese a que la región puede ser favorecida por el nuevo ciclo de expansión de la economía mundial que está comenzando, ello no significará necesariamente una mayor estabilidad política y social si es que los beneficios del crecimiento no alcanzan a los sectores más pobres de la sociedad.

Este es el contexto político, socioeconómico y estratégico en el que se inscribe la nueva etapa de integración regional que ha comenzado con el nacimiento de la Comunidad Sudamericana de Naciones.

Durante gran parte de la historia republicana, la política exterior del Perú estuvo centrada en la defensa de la soberanía y en la consolidación de las fronteras territoriales. Los conflictos y las controversias de límites constituyeron barreras para llevar adelante políticas integrales de desarrollo fronterizo con las naciones vecinas. En el caso del Brasil, la existencia de una vasta región de difícil acceso, como es la del Amazonas, aunada a la falta de voluntad política, propiciaron que no se diera una efectiva integración, situación que hemos remontado comprometiendo una “alianza estratégica”.

No obstante, este panorama ha cambiado radicalmente al comenzar el nuevo siglo. La globalización ha acelerado los procesos de articulación de los diferentes bloques regionales. En Sudamérica, se ha perfilado un nuevo escenario en el que los países del área encuentran en la integración - en su sentido más amplio- una condición sine qua non para su despegue y desarrollo sostenido.

Estamos hablando de 17 millones de kilómetros cuadrados en Latinoamérica, de 361 millones de habitantes, de un producto bruto interno de más de 973 mil millones de dólares, de exportaciones por encima de los 180 mil millones de dólares, y de un comercio intrarregional que ya se está realizando por encima de los 30 mil millones de dólares (1). El producto bruto interno de la Comunidad Sudamericana de Naciones es superior al del Canadá; y largamente superior, en más de 200 millones de dólares, al de los famosos tigres asiáticos que conforman la ASEAN.

Debemos elaborar y ejecutar la política exterior a partir de una interpretación de la historia del Perú en sus relaciones externas, de un engarzamiento de los intereses del Perú en este mundo global y de la globalización en relación con el Perú. Consecuentemente, debemos plantear una visión estratégica moderna del Perú frente al siglo XXI, sobre cómo debemos insertarnos en el mundo.

En la globalización no solo las empresas deben ser competitivas; deben serlo también los Estados. Requerimos ser competitivos para que los factores externos, que pueden perjudicarnos o favorecernos, sean aprovechados por el Perú de la manera más eficaz posible, para tener más seguridad, bienestar y desarrollo económico y social con justicia. Al mismo tiempo, requerimos minimizar o eliminar los impactos negativos de la globalización.

Necesitamos, al mismo tiempo, fortalecer nuestra proyección en el escenario internacional. El Perú es un país mediano en la región. Por ello tiene que proyectarse hacia el mundo a partir de un agrupamiento sudamericano que nos permita, por primera vez en la historia, manejar mejor nuestros intereses en términos políticos, comerciales, de transferencia e innovación tecnológica, de seguridad, estratégicos, de cultura, de biodiversidad, entre otros.

Debemos saber utilizar las experiencias exitosas de otras regiones para apuntar con gran optimismo a una alternativa similar en este nuestro espacio sudamericano.

DICCIONARIO DE SIGLAS Y ABREVIACIONES

1. ALBA – Alternativa Bolivariana para América. Propuesta del presidente H. Chávez, como alternativa al ALCA.

2. ALADI - Asociación Latinoamericana de Integración

3. ALALC - Asociación Latinoamericana de Libre Comercio

4. ALCA – Área de Libre Comercio de las Américas

5. APEC - Cooperación Económica del Asia-Pacífico

6. BID - Banco Interamericano del Desarrollo

7. BM - Banco Mundial

8. CAN – Comunidad Andina de Naciones.

9. CARICOM - Comunidad y Mercado Común del Caribe

10. CEPAL - Comisión Económica para América Latina

11. G-3 - Grupo de los Tres (conformado por Colombia, Méjico y Venezuela)

12. Grupo de Río - Mecanismo Permanente de Consulta y Concertación Política

13. IIRSA – Iniciativa en Infraestructura Regional Suramericana, creada en la Cumbre Sudamericana de Presidentes de 2000, para promover conexiones carreteras, hidrovías, interconexiones energéticas y en telecomunicaciones.

14. INTAL - Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe

15. MERCOSUR – Mercado Común del Sur. Miembros plenos actuales: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Venezuela fue aceptada como miembro pleno en 2006. Son miembros asociados Chile, Bolivia y Perú.

16. MCCA - Mercado Común Centroamericano

17. NAFTA - Tratado de Libre Comercio de América del Norte

18. OEA – Organización de los Estados Americanos – Organismo de cooperación política entre todos los países de las Américas.

19. OMC – Organización Mundial de Comercio – Organismo global que genera las reglas para el comercio internacional,

20. TCP – Tratado de Comercio de los Pueblos. Concepto propuesto por el gobierno de Evo Morales de Bolivia. Se ha firmado un TC entre ese país con Cuba y Venezuela.

21. TLC – Tratado de Libre Comercio. Acuerdo comercial donde uno o más países se otorgan preferencias comerciales y otras medidas relacionadas con el comercio

22. TLCAN - Tratado de Libre Comercio de América del Norte